La felicidad y los animales

Les quiero contar que hay dos lindas criaturitas que amo y ellas a mi. Cuando me he sentido triste llegan y me dan cariño sin pedirlo. Son mis dos perritos, ellos no están buscando amor de regreso ellos dan sin pedir nada a cambio. 

Mis dos perritos me han dado muchas lecciones. Todos los días se levantan felices y muy agradecidos de estar con nosotros. Cada vez que comen llegan y me lamen la mano o la pierna. Cuando regreso de la calle, me reciben con mucho entusiasmo  y felicidad. Pero sobre todo me muestran su gratitud.

Cuando somos agradecidos podemos disfrutar la vida con más alegría. Cuando damos las gracias por la mañana a Dios o el Universo, nos sentimos muy bien el resto del día. Cuando salimos de la tienda y le damos las gracias a las personas que nos ayudaron a poner las cosas en la canasta, nos sentimos bien. Gracias es una palabra de dos sílabas nada mas pero que tiene un gran poder. 

Yo no me canso de dar las gracias por todo lo bueno que Dios ha sido conmigo. Por estar sana, por tener una vida sin dificultades económicas, por poder respirar todos los días que me levanto, por poder tomarme un vaso de agua limpia. Tenemos tantas cosas por las que debemos dar las gracias pero no el hábito. 

Empieza a dar las gracias y veras como te cambia la vida.